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Metodología Agile: nueva gestión, nuevos RRHH

La metodología Agile es un conjunto de prácticas de gestión e implementación de proyectos que tiene su origen en el manifiesto Agile, escrito en 2001. Organizado en ciclos cortos y basado en la iteración y la retroalimentación, permite una adaptación constante ante el cambio y la evolución de las necesidades de los clientes. A diferencia de los métodos tradicionales, que consisten en la elaboración de un pliego de condiciones muy detallado y en escasos contactos con el cliente, el método Agile limita los riesgos de malentendidos entre la solicitud inicial y el resultado final.

Existen diferentes formas de aplicar la metodología Agile en la gestión. Puede adoptar varias formas, de las cuales las dos más comunes son Kanban y Scrum.

El método Kanban

Hoy en día, el método Kanban se utiliza en las empresas para permitir una mejor gestión de las tareas entre los miembros del equipo. Toda la operación se basa en etiquetas (Kanban, en japonés), que pretenden optimizar la producción y la colaboración. Una etiqueta indica una tarea a realizar. Las tareas se dividen en una tabla según su estado y pueden moverse de una columna a otra a medida que avanza el proceso. De este modo, cada miembro del equipo sabe lo que tiene que hacer y en qué punto se encuentra el trabajo de los demás.

Los equipos se reúnen al principio de la semana para discutir los puntos clave de la semana anterior, tanto los positivos como los negativos. A continuación, revisan las tareas y los hitos de la semana siguiente, ajustando sus calendarios en función de sus prioridades. Además de mejorar la comunicación, el método pretende ofrecer una visión completa y regular de la cadena de producción y del progreso de las tareas.

El método Scrum

Su nombre lo dice todo: Scrum significa melé. La idea es que todo el equipo avance conjuntamente y esté preparado para adaptarse como y cuando sea necesario en función de los obstáculos, el trabajo realizado y las necesidades cambiantes.

Para el buen funcionamiento de la gestión de un proyecto en modo Scrum, deben celebrarse reuniones stand-up, a menudo diarias. Para evitar rápidamente la inercia, es aconsejable celebrar estas reuniones de pie para que sean breves. Con una duración de unos 10 minutos, al comienzo de la jornada, permiten a cada miembro del equipo responder a tres preguntas:

  • ¿Dónde estoy?
  • ¿Cuál es mi horario del día?
  • ¿Qué obstáculos veo para conseguirlo?

El resultado de la gestión basada en Scrum es eficaz: los equipos tienen una mejor visión de las tareas a realizar y del tiempo asignado.

¿Cómo definir una función Agile de RRHH?

En un entorno complejo e incierto, las empresas que tienen éxito son las que saben adaptarse rápidamente, especialmente en su política de RRHH. Así, la mayoría de los principios del método Agile benefician a las misiones de RRHH:

Contratación de personal: Las ofertas de trabajo siguiendo el método Agile se consideran reajustables en función de la evolución de la empresa y en particular de las demandas de los empleados. Se anima a los empleados de la empresa a participar en el proceso de contratación indicando sus necesidades. Sus misiones cambian con el tiempo y las soluciones propuestas inicialmente se vuelven parcialmente efectivas. El método Agile aumenta la reactividad de los RRHH en cuestiones relacionadas con el empleo y la gestión de competencias.

Formación: A diferencia de la formación tradicional, que suele ser muy densa y escasa, el método Agile propone la realización de cursos de formación más cortos y comunes. Se obtienen mejores beneficios si se recogen las necesidades inmediatas del empleado. En respuesta a estas demandas, se pueden proponer cursos de formación construidos en torno a las prácticas y herramientas esperadas por los empleados. Estos cursos permiten a los empleados adquirir conocimientos de forma regular y son preferibles a los seminarios anuales.

Con tecnología digital: Para fomentar las prácticas de colaboración y la innovación, los RRHH pueden beneficiarse de estar equipados con herramientas digitales. Se facilitan los intercambios y se eliminan las tareas tediosas, para que los RRHH y los empleados puedan concentrarse en acciones de mayor valor añadido. Además, la medición de la eficacia de los servicios ofrecidos se simplifica con la generación de resultados tangibles. Las acciones se adaptan más fácilmente y los beneficios son ciertos y medibles.

En el día a día: Como el departamento está involucrado en múltiples asuntos a lo largo del año, existe el riesgo de que las acciones de Recursos Humanos sean irregulares. Sin embargo, este riesgo puede reducirse mediante intercambios con los usuarios finales. El valor añadido de los RRHH para la empresa reside en su capacidad para orquestar el trabajo y permitir que los equipos colaboren mejor. La experiencia del empleado se sitúa así en el centro de este método que mejora la vida en la empresa. Aunque el método ágil no es una respuesta completa a estas preocupaciones, presenta ideas que contribuyen a ellas.

HR Path, a través de su actividad de consultoría, le da las claves para modernizar sus métodos y procesos de trabajo y le ayuda a gestionar sus talentos en armonía con la estrategia global de su empresa. Póngase en contacto con nosotros a través del siguiente formulario para realizar un diagnóstico y establecer ejes de desarrollo personalizados.

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